palabras de a dios

/las cuatro del chalado razones de su bajar

(una)

qué hacer con el chalado que se ha huido de su sanatorio entre los mates, más allá de todo. ponerle francotiradores en los techos de las casas del barrio, así a la altura de los tiempos que vivimos no resultaría extraño le cruzaran otros proyectiles el cuerpo. podríamos pedirle que salga a comprar cigarrillos, que se ponga zapatos gruesos y meta en su maletita un poemario de gelman y unas fotografías de su amada. porque de pedirle que se largue, tenemos que pedírselo. ya ha causado demasiados estragos en estos días asolando nuestras costas, vientos de mierda, aguacero santiaguino, arrastrando todo lo que a su paso. aquí no podemos darnos los lujos de ir a reconocer las víctimas de su nefasta huella, los huesitos de las bibliotecas, las musiquillas de las ardientes familias de pájaros, arañas, mariposas y otros gusanos crecidos. al salir de su rincón orate nunca sabiendo si la iba a dar a la bruja. en las cavernas de sus paredes había con sus uñitas y saliva dibujado los labios de su ella y las brisas de las nortes corrientes del golfo llevándole para allá sus pelusas cabellos y hormigas u otros insectívoros seres paseando por las líneas dulces de su frente?